Cada verano Gargáligas, entidad menor de Don Benito, sufre el problema de los mosquitos. Las casas están a unos metros de los cultivos de regadío donde se concentra este insecto tan molesto por sus picaduras.
Sus vecinos nos cuentan que allí sufren una auténtica plaga. Es imposible salir a la calle a partir de las ocho de la tarde, cuentan resignados. En las farolas hay auténticas nubes de mosquitos cuando llega la noche. La única manera de contrarrestar su ataque son los repelentes.
Desde el consistorio se trabaja en un protocolo conjunto entre la Junta y la Diputación de Badajoz para erradicarlos. La idea, nos informa el alcalde, es fumigar tanto vía terrestre como aérea. Pero hasta que esto llegue, seguirán sembrando plantas aromáticas como el tomillo y la lavanda para ahuyentar a estos insectos.