Esta pasada madrugada hemos vivido, un año más, uno de los momentos más representativos de la Semana Santa en Extremadura: los Empalaos de Valverde de la Vera.
Por octava vez, Ángel sale como empalao.
"Muy bonito, con mucho sentimiento, y se hace todo desde la devoción y lo que estás pensando en la manda o promesa que hagas"
Es fundamental una buena preparación y que manos expertas lo vistan con delicadeza. Un ritual que Ángel, a pesar de su experiencia, vive envuelto en nervios.
"Hasta que pones el primer pie en la calle no se pasa"
Pasada la medianoche, llega el momento. Los empalaos recorren su particular viacrucis por Valverde con el silencio solo roto por el tintineo de las vilortas.
Bajo la atenta mirada de cientos de turistas, los empalaos, guiados por el cirineo que les alumbra el camino, se cruzan y se muestran mutuo respeto.