13 Octubre 2025, 14:05
Actualizado 13 Octubre 2025, 14:40

La campaña de la castaña ha comenzado en el Valle del Jerte, una de las principales zonas productoras de Extremadura, pero lo hace con incertidumbre y preocupación. La falta de lluvias en las últimas semanas está afectando al desarrollo del fruto, que no está engordando lo suficiente, lo que se traducirá en una producción mermada respecto a campañas anteriores.

En la finca Jabuco, en el municipio de El Torno, el agricultor Nacho Torcal ya ha comenzado la recolección de la variedad Bouche de Bétizac, una castaña francesa que ha ganado terreno en los últimos años. “Es una variedad que nos gusta mucho por su calibre, pero este año el agua ha sido clave, sobre todo al principio del otoño, que es cuando el fruto se tiene que desarrollar”, explica.

Desde la Agrupación de Cooperativas del Valle del Jerte, su presidente, José Antonio Tierno, también advierte de las consecuencias del clima: “El veroño que llevamos le está haciendo mella. Si lloviera ahora, podría remediarse algo, pero va a ser complicado”.

En la Cooperativa del Campo de Navaconcejo, el trabajo ya es intenso para atender la demanda nacional, especialmente en estas fechas cercanas a la festividad de Todos los Santos, cuando el consumo de castañas se dispara. “Seleccionamos el calibre, cepillamos, limpiamos y envasamos. La castaña gusta a todo el mundo: ahora se consume en fresco y, cuando llega el frío, a la gente le encanta asarlas”, cuenta David Alonso, jefe de almacén.

Aunque la cantidad será menor, los productores insisten en que la calidad y el sabor se mantienen intactos. La campaña se extenderá hasta el mes de noviembre, con la esperanza de que las lluvias lleguen a tiempo para salvar parte de las variedades autóctonas.