Esta semana, la Guardia Civil culminaba una operación contra el robo de corcho en Extremadura. El equipo ROCA actuaba en fincas de Rincón de Ballesteros, Alcuéscar y Santa Ana. Hay seis investigados, cinco de ellos por el robo, y otro por comprar el corcho a sabiendas de su procedencia ilícita.
Desde la Agrupación Sanvicenteña de Empresarios del Corcho (ASECOR) instan a sus socios a no aceptar el producto robado. Alertan, además, del daño medioambiental que provocan esos ladrones.
En la finca de Juan Carlos, en Alcuéscar, se acumulan kilos de corcho para ser tratados y vendidos. A él le han llegado a ofrecer corcho robado y tiene claro cómo distinguirlo de uno obtenido legalmente. "Muchas veces el corcho viene en un estado de preparación lamentable, ellos van de prisa, corriendo, se ve que se ha tirado de mala manera".
En la zona, las empresas que se dedican al tratamiento de corcho viven con miedo por estos robos. Piden que se instauren medidas que demuestren la procedencia lícita del corcho. "Que hubiera un control más exhaustivo de la entrada, que quien lo compre pida una factura, el permiso de saca, unos datos que también valieran a la Guardia Civil y al Seprona...", pide Juan Carlos.
El corcho es uno de los productos más preciados de la región y desde ASECOR se recuerda, que aunque dañinos, estos hurtos no son habituales.
