2 Enero 2022, 14:49
Actualizado 2 Enero 2022, 14:49

Llevan toda la vida con nosotros y, sobre todo en los pueblos, forman parte de los sonido cotidianos. Su repique, volteo y ritmo sirven para comunicar y alertar desde hace siglos. Nos hemos colado en una escuela de campaneros, donde ponen todo el cuidado en que las nuevas generaciones aprendan el oficio.

Y es que el sonido manual de las campanas ha sido casi borrado de nuestros oídos con la llegada de los mecanismos electrónicos; pero algunos pueblos aún lo atesoran gracias a profesionales jóvenes. En Montehermoso han inaugurado hoy la primera escuela de campaneros. "El objetivo es dar a conocer el mundo de la campana, que cuando la gente escuche una campana sepa que está riendo o llorando, porque también tienen emociones según se toquen", explica uno de los profesores, Gabriel Moreno.

"El objetivo es que cuando la gente escuche una campana sepa que está riendo o llorando, porque también tienen emociones según se toquen"

Joven campanero como Gabriel es Galo Amorós, que ha venido desde Valencia tras enterarse de la celebración del curso. "Me encanta enseñar a tocar las campanas, y si tengo que venir a Extremadura a hacerlo, vengo", nos cuenta.

Campanas de muestra en la escuela de campaneros
Campanas de muestra en la escuela de campaneros

Y su tarea satisface mucho a los alumnos. Decenas de niños y no tan niños han hecho cola para aprender a tocar las campanas de muestra que han traído y en las de la propia iglesia de Montehermoso.

Colas de niños para tocar las campanas
Colas de niños para tocar las campanas

Los diferentes tonos y toques hacen de este arte ancestral una actividad de interés y una profesión con más futuro del que podía preverse. Más aún en Montehermoso, el pueblo donde, además de tocarla y enseñarlas, también fabrican campanas.

Más Información
Imagen
Cartel de la campaña de micromecenazgo para financiar la réplica de la campana.
my image

Campanas Rivera, de Montehermoso, trabaja ya en la réplica de la campana de Espantaperros