En el Día de la Banca, San Gil, una entidad local menor de Plasencia, celebra un hito que combate la exclusión financiera: la instalación de su primer cajero automático. Esta localidad, con 300 habitantes, llevaba más de cinco décadas sin un servicio que hoy se considera esencial, especialmente para los vecinos mayores.
“Para nosotros ha supuesto un avance”, ha señalado Esther Sánchez, alcaldesa de San Gil, al destacar la importancia de este nuevo servicio. El cajero permite realizar gestiones como sacar o ingresar dinero y pagar recibos, sin la necesidad de desplazarse a otras localidades. Los vecinos también se muestran satisfechos.
Este avance reduce significativamente la dependencia de transporte, mejorando la calidad de vida en la comunidad. La iniciativa forma parte del programa de inclusión financiera que la Diputación Provincial de Cáceres impulsa desde 2017. Este proyecto ya ha beneficiado a 53 municipios del norte de Extremadura, llevando cajeros automáticos a zonas rurales donde la exclusión bancaria era una problemática persistente.