17 Noviembre 2025, 13:07
Actualizado 17 Noviembre 2025, 13:07

La normalidad aún no ha vuelto a varios municipios del norte de Cáceres, donde continúa prohibido el consumo de agua del grifo debido a los elevados niveles de turbidez provocados por el arrastre de cenizas tras los incendios del pasado verano. Localidades como Oliva de Plasencia, Jerte, la alquería hurdana de Las Huertas (Caminomorisco), Casas del Monte o Villar de Plasencia afrontan ya varios días dependiendo de camiones cisterna para abastecerse.

Depósitos móviles

La Diputación de Cáceres ha tomado nuevas muestras esta mañana y no será hasta el miércoles cuando se conozcan los resultados de los análisis, que determinarán si el agua vuelve a ser apta para el consumo. Mientras tanto, vecinos y vecinas continúan llenando garrafas en los depósitos móviles para cubrir necesidades básicas como beber, cocinar o la higiene personal.

La imagen se ha convertido en habitual en las zonas afectadas: camiones cisterna distribuidos por diferentes comarcas para garantizar el suministro. Hoy, la Diputación mantiene cinco unidades operativas en Trasierra-Tierras de Granadilla (Oliva de Plasencia y Villar de Plasencia), el Valle del Ambroz (Casas del Monte), el Valle del Jerte (Jerte) y Las Hurdes (Las Huertas).

En el caso de Villar de Plasencia, las cenizas no llegaron a la presa, pero sí a los depósitos municipales, que han tenido que ser vaciados y sometidos a un proceso de limpieza y desinfección. Por ello, los análisis se mantienen de forma continua a la espera de que los parámetros vuelvan a situarse dentro de los niveles permitidos.

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