Los vecinos de Amoharín no dejan de hablar del cura del pueblo. Desde que se conoció que había sido condenado por haber distribuido pornografía infantil en 2004, muchos vecinos no están conformes con que ejerza en el municipio. Algunos padres y madres de niños y niñas que tienen que hacer la comunión el próximo año, y en los siguientes, se han unido para pedir la inhabilitación del sacerdote.
No quieren que el párroco tenga ningún contacto con sus hijos en ni en la catequesis ni en ninguna otra actividad. La catequesis la imparten, generalmente, seglares, pero estos padres aseguran que el párroco suele estar presente en el lugar.
Que no trabaje en contacto con el público
A partir de este jueves van a empezar a recoger firmas para recabar apoyos. Han preparado un escrito en el que piden la inhabilitación del párroco. No quieren que ejerza en el municipio ni en ningún otro. "Eso sería trasladar el problema a otro sitio", aseguran estos padres y madres, "y no es lo que queremos". Creen que dentro de la institución de la Iglesia hay otras funciones que podría realizar "sin que tenga que estar en contacto con el público". "En alguna oficina del obispado, por ejemplo", argumentan. Cuando tengan suficientes firmas, afirman sin precisar cuántas, enviarán ese escrito al obispado.
La alcaldesa de Almoharín, Antonia Molina, ha pedido tranquilidad a los ciudadanos, "hasta que se reúna con el obispo" para que le informe de la situación. El párroco también ejerce en el municipio cercano de Valdemorales, donde se vive una situación similar.
Respuesta de la diócesis
La diócesis de Coria - Cáceres considera que el párroco es "apto para ejercer el ministerio sacerdotal, después de un proceso de rehabilitación y acompañamiento de la diócesis, y tal y como ha demostrado en su paulatina reinserción de los últimos años."
Responde así la institución eclesiástica a la polémica generada tras nombrar párroco de dos localidades cacereñas a un sacerdote juzgado y condenado por cometer "un delito consistente en intercambio de material fotográfico de contenido sexual de menores por internet."
En el comunicado, la diócesis afirma que "dado el carácter informático del delito, no hubo contacto ni comunicación con los menores" y que "dispone de certificado negativo de delitos sexuales, emitido por el Ministerio de Justicia."
Reconoce, además, que esta situación puede "causar inquietud y perplejidad en la comunidad cristiana" por lo que se han tomado como que "las responsables de la labor catequética son seglares."
"Lamentamos profundamente las acciones que llevó a cabo el sacerdote. Y queremos manifestar nuestro firme compromiso en la lucha contra el abuso de menores y con la reparación a las víctimas de esta lacra en la sociedad y en la Iglesia", finaliza el comunicado.