Localidades como Pinofranqueado o mesegal, ya pueden consumir agua potable directamente de sus grifos. El incendio forestal en Las Hurdes y Sierra de Gata, de mayo, llegaron las intensas lluvias y con ellas el arrastre de cenizas a los ríos, que afectaron al consumo.
Una situación que obligó a estos municipios a suministrar agua a través de camiones cisternas, y a que muchos vecinos derivasen el consumo al agua embotellada, sobre todo en los establecimientos hosteleros. Pese a que el agua ya es apta, muchos todavía no confían y seguirán, aseguran, consumiendo agua de botella.
Tras los últimos análisis, los resultados han determinado que el agua ya no contiene hierro y, por tanto, puede consumirse.
Otros municipios, como Ovejuela, también se vieron afectadas por las cenizas, pero, en su caso, consiguieron cambiar la toma de abastecimiento una semana después de las lluvias y solucionaron el problema.