Euskadi estará de nuevo mañana en alerta sanitaria. Es la segunda vez que la comunidad autónoma activa esta figura, ya lo hizo el 13 marzo, un día antes de la declaración del estado de alarma. Pero ¿qué supone? En primer lugar: el lendakari recupera el mando único y, entre otras, podrá adoptar medidas como el confinamiento de personas en sus domicilios o lugares seguros, la evacuación o alejamiento de zonas de peligro, la restricción de acceso a zonas de peligro, la limitación de servicios públicos y privados y consumo de bienes, o limitación y prohibición de actividades.
"Estamos ante un posible tsunami", así lo justificaba ayer la consejera vasca de salud. Dos día después de que el Consejero Vergeles afirmara: "sin lugar a dudas que estamos ante una segunda oleada de coronavirus". Aunque lo cierto es que tanto la situación epidemiológica como la presión asistencial son distintas en ambas regiones. La diferencia de casos activos por cada 100.000 habitantes es considerable: Extremadura registra una treintena y Euskadi más 190. En su última comparecencia el consejero de sanidad extremeño descartaba un regreso a la fase 2, pero puntualizaba que "vamos a tener que ser más incisivos en las medidas que tomemos de forma particular en determinadas partes de la comunidad autónoma."
En función de la Ley de Salud Pública, la junta de Extremadura podría cerrar establecimientos, servicios o industrias; suspender y prohibir actividades; decretar el aislamiento sanitario o restringir las libertades personales.