Tras las últimas lluvias, la fuerza del agua arrastra las cenizas acumuladas por los incendios de este verano. Y terminan atascando las tuberías.
"Las cenizas acaban en los arroyos y en los depósitos de agua"
Unos 200 vecinos de Ladrillar, en Las Hurdes, llevan sin agua desde mediados de semana. Para garantizar el suministro, el ayuntamiento está repartiendo garrafas de agua. Hasta 500 litros a la semana.
El único bar del pueblo también sufre este problema. No tienen agua ellos ni el resto de vecinos.
"Por la tarde abrimos y se despacha alguna cerveza o algún vino, porque la cafetera está cerrada"
Para minimizar la erosión y el arrastre de material, se ha esparcido paja en los puntos más altos de la sierra y se están construyendo muros de contención en las laderas.
Medidas necesarias aunque insuficientes cuando, como desde el miércoles, en esta zona han caído más de 60 litros por metro cuadrado.