El Cáceres Patrimonio sumó un nuevo triunfo en casa ante Girona y sigue invicto en el Pabellón Multiusos (62-59). Una victoria agónica que deja a los de Roberto Blanco con un balance de cuatro victorias y una derrota.
Los verdinegros querían reencontrarse con la victoria y hacerlo arropado por su gente en el Multiusos. El inicio de partido no fue muy alentador, el Girona entró mejor a la cancha aunque, por suerte, no logró traducir su superioridad en una gran diferencia en el marcador.
Tras el primer cuarto, las cosas empezaron a cambiar en los verdinegros gracias a una mayor fluidez en el ataque. Eso y los errores visitantes le valieron a los de Roberto Blanco para irse por delante al descanso con un 34-28.
Tras el paso por vestuarios, el partido entró en un quiero y no puedo por parte de ambos equipos con una escasez de acierto en la anotación. Aun así, la tensión en el Multiusos era palpable y aumentó con un par de decisiones arbitrales en contra.
En el último cuarto se desató todo. El Girona empezó a encontrar el acierto que le faltó durante todo el partido, especialmente en el tiro exterior. El partido estaba en el alambre...y ahí apareció el de siempre. Con empate a 59 a falta de 9 décimas para el final, era el momento de Devin Schmicht. El estadounidense agarró el balón, se elevó y enchufó un triplazo que puso en pie la grada del Multiusos.
Los visitantes tuvieron un último tiro para empatar pero la victoria se quedó en casa. El próximo fin de semana, el Cáceres visita Oviedo.