Tere fue la primera en ponerse, este lunes, en la cola del Nuevo Vivero. Y hoy, ya son muchos más los aficionados que esperan para lograr una entrada para la final ante el Amorebieta. Provistos de sillas, neveras, tiendas de campaña... Cualquier mínima comodidad es suficiente para guardar, pacientemente, el turno para conseguir el ansiado trofeo.
Y es que la locura se ha desatado en Badajoz. Nadie quiere perderse una cita que promete entrar en la historia blanquinegra y el primer obstáculo viene en forma de aforos. El Nuevo Vivero podrá llenarse al 50% para la final. Esto supone que el conjunto blanquinegro sólo podrá disponer de 2.784 entradas para sus aficionados. La demanda es alta y la oferta es poca. Se espera una locura mayor, si cabe, que la semana pasada para conseguir las entradas.
El club ya ha anunciado que las pondrá a la venta el jueves, pero no se sabe horario. De momento, y hasta que se abran las taquillas, cada vez son más los valientes que se acercan al feudo blanquinegro a pasar día y noche, pacientemente, para lograr ver el partido en el campo. Uno de los aficionados, incluso, ha comenzado a apuntar el orden de cada uno en la cola. Cualquier ayuda es poca para organizar una avalancha que se espera que crezca y se convierta en masiva en las próximas horas.