"Estamos pagando justos por pecadores. Hay gente que hace las cosas bien. Yo estoy haciendo las cosas bien." Claudio Cortijo dueño de la discoteca de verano 'Aloha', en Badajoz, asegura sentirse perseguido. "Ya doy el año por perdido", dice con resignación. Sentimiento que comparten el resto de dueños de locales de ocio nocturno en la región.
Afirman que cumplen escrupulosamente las normas, que han invertido en comprar veladores y taburetes e, incluso, algunos establecimientos han contratado más personal, como porteros, para controlar el aforo y que los clientes usan correctamente las mascarillas y cumplen con las normas de higiene y distancia social. "No nos ha servido de nada", se lamenta Cortijo.
"Sector herido de muerte"
Los empresarios de la noche cuentan las horas que les quedan para seguir funcionando, pendientes de que las regiones legislen y el cierre entre en vigor. Explican que se habían hecho a la idea de que este sería un verano distinto, atípico y con mucha menos facturación; aunque les quedaba el consuelo de seguir trabajando. La nueva orden del Ministerio, recalcan, es la puntilla para un sector que está ya "herido de muerte".
Persianas bajadas a la 01:00
También hay malas noticias para el resto de los negocios de hostelería y restauración: deberán cerrar a la 01:00 de la madrugada, no podrán admitir clientes después de la media noche y deberán garantizar las distancia mínima de un metro y medio tanto en mesa como en barra. Restricciones muy duras a las que se suma también la prohibición de fumar en cualquier espacio público y al aire libre, sino podemos separarnos al menos dos metros. La norma incluye, por supuesto, las terrazas y esto, avanzan los empresarios, les restará clientes.
El sector de la hostelería rechaza el cierre del ocio nocturno
