El problema de turbiedad en el agua de consumo en viviendas del casco histórico de Cáceres quedará solventado de forma definitiva con la renovación del abastecimiento y saneamiento en las calles Ribera de Curtidores, Tenerías, Picaderos y alrededores, cuyas obras comienzan en junio y un plazo de ejecución de cuatro meses.
De este modo se pondrá fin a una reivindicación vecinal que se inició el verano pasado con numerosas denuncias en el Ayuntamiento, por lo que en septiembre el Canal de Isabel II, empresa concesionaria, ofreció a los residentes una alternativa provisional, que aún hoy es la que se mantiene.
Esta consistió en instalar una tubería (a la vista) de polietileno con conexión y aporte de agua desde otra renovada en la calle Caleros, con una válvula para reducir la presión del agua.
Además, el consistorio ha anunciado el proyecto de renovación de la zona inferior del abastecimiento de la ciudad, que costará 129.220 euros y tendrá un plazo de ejecución de 2 meses.
Se trata de renovar un tramo de tubería de fibrocemento que abastece a la ciudad desde Caleros, donde se colocó la mencionada válvula reductora y la actuación consiste en renovar esa canalización desde el punto donde la ha dejado renovada la actuación de la Ronda Sureste, hasta el puente de Fuente Concejo, según informan desde el consistorio.
El primer tramo se renueva instalando una canalización de fundición dúctil desde el punto de la Ronda Norte hasta calle Marte, de unos 105 metros, con ejecución por el método tradicional de apertura de zanja.
El segundo tramo, dada las pendientes que existen, para evitar incidencias en los viarios y zonas verdes así como el cruce de Fuente Concejo (que tiene protección arqueológica), se ha optado por una tecnología de renovación sin zanja que consiste en instalar una camisa de tubería flexible de polietileno de alta densidad reforzada dentro del tubo.
De esta forma, no será necesario abrir zanja, más allá de varias catas en los cambios de dirección o cuando hay algún codo o válvula.
