Vuelven a sobrevolar las dudas en torno al complejo budista que se quiere instalar en Cáceres. Esta vez, relacionadas con los trámites necesarios para eliminar trabas burocráticas y medioambientales.
Y es que el monte Arropé, lugar elegido para instalar el proyecto, está considerado como Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA). Una calificación que no será fácil de eliminar, según los ecologistas, que se preguntan por qué hay que desclasificar la zona.
Desde la asociación Seo Birdlife, por ejemplo, cuestionan que desde Europa acepten este extremo, dudan que vaya a resolverse a corto plazo y afirman incluso que no cree que sea necesario desclasificar la zona.
Su delegado, Marcelino Cardalliaguet, dice que hay muchos proyectos que conviven con zonas protegidas. "Y a priori, este complejo budista no debería ser un problema si es tal y como nos lo han contado", añade.
El alcalde cacereño se ha pronunciado sobre estos nuevos reparos de los ecologistas. Luis Salaya les tiende la mano para dialogar sobre este asunto "porque todos buscamos el progreso sostenible de la ciudad de Cáceres".
"Todos buscamos el progreso sostenible de Cáceres"
Salaya asegura que "siempre será mejor solucionarlo en mesas de trabajo y no, en los juzgados".