A partir del 28 de octubre, cacereños y visitantes podrán descubrir una de las joyas del Paleolítico, las pinturas rupestres de la Cueva de Maltravieso. Estas pinturas se descubrieron en 1957 y ahora, 65 años después, podrán ser visitadas.
Eso sí, estas visitas serán en grupos reducidos. Sólo cinco afortunados cada viernes, y por sorteo, tendrán la oportunidad de verlo en primera persona.
Dentro, encontrarán un recorrido único, de 90 metros hasta el fondo, con un trazado estrecho, húmedo y de apenas cinco o siete metros de altura. Un espacio emocionante para el visitante porque es volver a lo más cercano que nos han dejado nuestros antepasados.
La Sala de los Huesos llega tras una curva, y un poco más adelante la de las Columnas, que atesora las primeras manifestaciones de arte rupestre del recorrido. Las manos que descubrió en 1956 el investigador Carlos Callejo. Había más, hasta 60 manos de adultos y niños.
De la Sala de las Columnas se llega a la de las Pinturas. Una de las zonas más llamativas de Maltravieso, con el Panel del Descubrimiento, que muestra un conjunto de primeros símbolos.
Y el final está en la Sala de las Chimeneas, hoy inaccesible por el trabajo de los expertos.
La gruta de Maltravieso es un tesoro de 66.700 años de antigüedad, descubierto accidentalmente, que muy pocos supieron valorar desde el principio. Hoy, gracias al empeño de algunos, se sigue conservando y, a partir del próximo viernes, también disfrutando.