Juicio por el crimen de Don Benito
La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha confirmado la condena a 23 y a 18 años de prisión impuesta a dos hermanos por el asesinato de un hombre de un disparo con una escopeta de caza en Don Benito en 2017.
Según ha informado este viernes en nota de prensa, el alto tribunal también ha confirmado la condena a 1 año y tres meses de prisión por un delito de encubrimiento a una sobrina de estos.
La Sala ha desestimado los recursos de casación interpuestos por los tres condenados contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, que confirmó la dictada por un Tribunal del Jurado de la Audiencia Provincial de Badajoz.
La sentencia de instancia impuso las citadas penas de prisión por delitos de asesinato y de tenencia ilícita de armas a los dos hermanos, además de apreciar la agravante de reincidencia en el caso del autor del disparo, y por un delito de encubrimiento a la mujer.
Asimismo, ordenó el pago de una indemnización, en concepto de responsabilidad civil, de 125.000 euros a la viuda de la víctima y de 75.000 euros a cada uno de sus dos hijos.
El tribunal considera acreditados los hechos probados que recogen que, sobre las 10.30 horas del 23 de mayo de 2017, los dos hermanos se dirigieron a la plaza Cíjara de Don Benito con la intención de acabar con la vida de un hombre, al que en los días previos uno de ellos hizo seguimientos para conocer sus horarios y rutinas.
El acusado E.S.M. disparó por la espalda a esta persona con una escopeta de caza, que le había entregado su hermano M.S.M., de la que no tenían licencia de armas, mientras la víctima paseaba en ese momento a sus perros, por lo que no se percató de la presencia del acusado y no pudo defenderse.
La sentencia recoge que, tras disparar, los dos condenados huyeron del lugar en una furgoneta, aunque fueron detenidos ese mismo día uno en Don Benito y otro en Mérida.
Poco después de los hechos, E.S.M. llamó a su sobrina y le pidió que se deshiciera de unos cartuchos que se encontraban en la vivienda en la que vivían sus tíos para que no se les pudiera relacionar con la muerte de la víctima.