La imagen es sobrecogedora. Entre 70 y 80 encinas arrancadas de cuajo por las rachas de viento de hasta 120 km/hora que se dieron en Higuera de Vargas la noche del jueves al viernes. Ha ocurrido en una finca de una sociedad mancomunada de esta localidad pacense.
Los propietarios se mostraron sorprendidos. El daño no es económico, sino medioambiental, porque estas encimas son centenarias. Además, la superficie afectada es tan solo una quincena de hectáreas de las 6.000 que tiene la finca.
En la zona no se recuerdan unos destrozos así desde hace 23 años, cuando el paso el temporal de la trágica riada de Badajoz.