4 Enero 2025, 14:18
Actualizado 4 Enero 2025, 14:37

Este sábado se celebra el Día Mundial del Braille, una fecha especial que marca también los 200 años de historia de este sistema de lectoescritura, esencial para que las personas ciegas accedan a la información. Desde su invención, el braille ha transformado vidas, aunque los retos en su implementación aún persisten.

Una conexión táctil con la lectura

Isabel del Viejo Fernández, quien padece miopía congénita progresiva, comenzó a utilizar el braille hace un año debido al empeoramiento de su condición visual. "Me parecía muy difícil la conexión que hay entre el tacto y poder leer, era para mí como un reto. Los niños asimilan lo que conocen en ese momento, los adultos tenemos que romper una serie de esquemas", explica Isabel. Sin embargo, su amor por los libros fue el impulso necesario.

Ahora, Isabel ha convertido el aprendizaje del braille en una pasión. “Me encanta. Soy muy tenaz, lo he cogido como una obsesión”, afirma mientrasmuestra cómo descifra letras y palabras tocando los puntos en relieve.

Los retos pendientes: etiquetado accesible

Aunque el braille ha logrado avances significativos en inclusión, aún quedan desafíos importantes. Uno de los mayores es la falta de etiquetado en productos básicos, como explica Román Martínez, responsable de servicios sociales para personas afiliadas en ONCE Extremadura: “Identificar tocando la etiqueta de sí estamos ante una botella de agua o un bote de lejía. la inmensa mayoría de momento no están etiquetados”.

Un derecho, no un reto

El braille ha permitido a miles de personas acceder a la cultura, la información y la autonomía. Sin embargo, la falta de etiquetado y otras barreras muestran que aún queda camino por recorrer. Garantizar la inclusión no debería ser solo un reto, sino un derecho al que todos puedan acceder.

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