30 Abril 2020, 10:24
Actualizado 14 Enero 2021, 03:47

La iglesia no permanece ajena a la nueva realidad provocada por el coronavirus y a través de un comunicado ha establecido una serie de medidas para reducir el contacto en las diferentes liturgias y celebraciones.

Tal y como sucede con el resto de la vida pública y atendiendo al calendario de la desescalada propuesto por el ejecutivo de Pedro Sánchez, la Conferencia Episcopal Española también ha fijado para su protocolo cuatro fases de aplicación, recuperando la “vida pastoral ordinaria” cuando se alcance la fase tres. Sin embargo, subrayan, todo dependerá de la existencia de una solución médica para la enfermedad.

 

Cambios en las rutinas sacramentales

La comisión ejecutiva de la iglesia española pide a los sacerdotes que aumenten el número de ceremonias los domingos para evitar que se produzcan aglomeraciones de fieles en los templos, garantizando así las proporciones de reducir el aforo a un tercio en la primera fase y la mitad en la segunda.

La nueva realidad, dicen los obispos, también obligará a acudir a misa con mascarillas por parte de los fieles. Una medida que se complementará con la distribución de gel hidroalcohólico a la entrada y salidas de las parroquias.

Tampoco habrá coros y no se pasará el cesto de las colectas durante el ofertorio. Esto se traducirá en que las donaciones se realizarán al final de las eucaristías con todas las medidas de seguridad pertinentes.

El saludo de la paz, una de las formas de contacto directo entre fieles, se deberá realizar a través de gestos que eviten tocar a los fieles.

 

Protección en las celebraciones

Ritos como el bautismo se realizarán de manera breve y asegurando que el agua que se utiliza para ello no volverá de nuevo a la pila bautismal. Es uno de los cambios propuestos por la iglesia, mientras que en otras celebraciones como la confirmación o la unción de enfermos se llevarán a cabo con elementos como bastoncillos de algodón.

Además, los novios que decidan casarse a partir de ahora y hasta que la situación cambie, deberán ser las únicas personas que manipulen elementos como los anillos o las arras.

 

 

TEXTO: Arturo Chaves
IMAGEN: Efe