Los prospectos en papel de los medicamentos tienen los días contados. La Unión Europea ha propuesto una directiva para digitalizar los prospectos de los medicamentos, estableciendo un plazo de cinco años para completar esta transición. Esto implica que, si la propuesta se aprueba, los prospectos en papel podrían desaparecer para el año 2030.
En España, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios inició en enero de 2022 un proyecto piloto para eliminar el prospecto en papel en medicamentos de ámbito hospitalario. Los tradicionales folletos de instrucciones que acompañan a cada caja de medicinas serán sustituidos por códigos QR y plataformas en línea donde los pacientes podrán consultar la información actualizada en cualquier momento.
La brecha del papel a lo digital
El objetivo de esta medida es reducir el desperdicio de papel, mejorar la accesibilidad a la información y garantizar que los pacientes siempre cuenten con la versión más reciente de los prospectos. Desde la Agencia Española de Medicamentos entienden que, en ocasiones, se actualizan las indicaciones o los efectos adversos de los medicamentos, y los prospectos ya impresos pueden quedar obsoletos.
Sin embargo, la medida no está exenta de polémica. Asociaciones de consumidores y colectivos de personas mayores han expresado su preocupación por la posible brecha digital que esto puede generar. Especialmente aquellos pacientes que tengan una edad avanzada, pueden tener problemas a la hora de entender o utilizar un código QR, o acceder a una página web en la que buscar la información de cómo, cuándo y en qué circunstancias pueden o no tomar los medicamentos.
Una de las ventajas de consultar un prospecto de forma online es que se puede agrandar el tamaño de la letra haciendo 'zoom' con un simple movimiento de los dedos, algo que puede solucionar el problema al que se enfrentan muchas personas al tratar de leer un texto con una letra tan pequeña.
Transición progresiva
Tener conocimientos digitales va a ser imprescindible dentro de unos meses. A pesar de ello, la agencia asegura que la transición será progresiva y que se habilitarán mecanismos para garantizar que todos los usuarios puedan acceder a la información de sus medicamentos sin dificultades. Mientras tanto, la industria farmacéutica ya trabaja en la adaptación de los envases y en la implementación de herramientas digitales para facilitar el cambio.