Es un binomio incesante, una simbiosis necesaria. Carnaval y arte están unidos desde que existe uno o existe otro. Pero hay un momento donde esa relación icónica y mística se hace real. "La relación se produce a través de los personajes de la comedia del arte italiana", nos cuenta el experto en arte Juan Francisco Castillo.
"La relación se produce a través de los personajes de la comedia del arte italiana"
Jan Miel o Piazzeta nacen de esta época histórica clave, dando prioridad al color, a la fiesta popular más que al rigor institucional. A partir de ahí la pulsión ya no cesa. Dibujamos en el universo pictórico al carnaval de Venecia, a las 'Máscaras de un baile' de Velázquez, a Pinazo, con ese cromatismo valenciano con su 'Tarde de carnaval en la Alameda' o a los carteles de carnaval del siglo 19 y 20 y apuntando ya un modernismo incipiente.
La historia y la intrahistoria
Para Castillo, su preferido es el Arlequín, de Picasso. En sus conferencias, desvela los detalles de cada cuadro, de su momento histórico y personal y también, por ejemplo, la intrahistoria de otros, como del 'Entierro de la Sardina' de Goya, donde la luz primigenia no alumbraba carnaval. "Esas dos mujeres iban a ser dos monjas", detalla, "además el estandarte que aparece al fondo de la pintura iba a tener un texto escrito que hacía referencia a la Semana Santa".
Luego, Goya se lo pensó mejor. Podemos descubrir, a través de los cuadros, que la fiesta de hoy alcanza su por qué en el ayer.