Las obras para restaurar el mítico Teatro María Luisa de la capital extremeña siguen adelante bajo el estado de alarma para adecuar el espacio al proyecto diseñado y cuyas obras de mejoras y reforma suponen uno de los grandes proyectos culturales de la ciudad desde hace años.
El estudio de arquitectos de Madrid que ha diseñado el proyecto para la mejora y adaptación del espacio ha revelado que mantendrá las premisas originales del edificio. Arquivio Architects contempla una sala interior de herradura que jugará con los volúmenes y el revestimiento de aluminio dorado tanto a de cara al exterior como en las paredes interiores.
La fachada de la calle Camilo José Cela, uno de los elementos más reconocidos por la sociedad emeritense, será uno de los pocos elementos que se conserven en parte. Su interior será radicalmente diferente pues hasta el inicio de las obras era un lugar dedicado al cine según subrayan los nuevos arquitectos.
Tras la reforma, el María Luisa tendrá capacidad para medio millar de personas, cuatro plantas y un sótano. Contará además con salas pensadas para acoger ensayos o representaciones alternativas de menor aforo.
La reforma, una antigua reivindicación de la ciudad
Las obras para cambiar el aspecto y casi la totalidad del antiguo teatro son una vieja reclamación de la ciudad de Mérida. El actual proyecto se licitó en el año 2017 y las obras comenzaron en 2018. La fecha para su finalización está prevista para mediados del próximo año.
El presupuesto de licitación se adjudicó por más de tres millones de euros a la Compañía Internacional de Construcción y Diseño, aunque el margen contemplado por la administración era algo mayor y rondaba los tres millones y medio de euros. Algo más de la mitad de la inversión, el 55%, la realizará el Estado. El resto correrá a cargo del Ayuntamiento de Mérida.
La firma del acuerdo entre ambas entidades puso fin a 18 años de espera para adecuar el lugar hasta convertirlo en un espacio más actual y moderno con el que se pretende revitalizar la vida cultural de la ciudad.
El antiguo teatro se inauguró en el siglo XX, allá por el año 1930 gracias a la aportación de María Luisa Paula Gragera, una señora con un lugar importante en la historia de Mérida por su compromiso con el desarrollo de esta. Su estilo original hacía referencias al movimiento Art Déco. Durante la Guerra Civil fue utilizado como cuartel general, pero vivió su esplendor durante los años 50 y 60. Entonces, la ciudad tenía 9 cines; cuando en los años 80 se quedó sin ninguno de ellos, el María Luisa resucitó como cine municipal. En 1998, apaga de nuevo sus focos con una película de Bertolucci, y durante todo el siglo XX sus puertas han permanecido cerradas.
Tras años sin un uso concreto para el que fue creado, su única actividad se limitaba a albergar la sede del Campamento Dignidad. El paso del tiempo afectó a su estructura y acabó sentenciado su viabilidad.
Retrasos en su reforma
Las excavaciones arqueológicas realizadas en el solar y su supervisión por parte del Ministerio de Fomento han frenado el desarrollo de las obras. La interrupción llegó hace casi un año y la actividad no pudo volver a ponerse en marcha hasta pasados unos siete meses, en noviembre del año pasado. El resultado de las investigaciones arqueológicas fue escaso y no se hallaron restos significativos durante esas labores.
Además, el decreto del Estado de Alarma en España por la crisis del coronavirus supuso un pequeño contratiempo para su adecuación, aunque las labores salieron de nuevo adelante para garantizar la contención de los muros en los que se asentará el edificio.
TEXTO: Arturo Chaves
IMAGEN: Canal Extremadura