Dos millones y medio de vehículos circulan sin seguro obligatorio por las carreteras españolas. Son los llamados "vehículos zombis" y representan un 8 por ciento del parque automovilístico. Un porcentaje que es insignificante en el caso extremeño. Aquí la mayoría de propietarios cumple con su obligación de contratar un seguro. La mayoría son coches. Un número que ha aumentado en el último año un 16 por ciento. Igual que las multas. Tráfico impone 130.000 al año por esta razón. Son el doble de las que se tramitan por dar positivo en los controles de drogas y alcohol.
Algunas de las sanciones se ponen por dejar el coche o la moto abandonados sin haberlos dado de baja en Tráfico. Y es que dejar de usarlo no le libra al propietario de pagar el seguro obligatorio. "Una infracción que sale muy cara, entre 600 y 3.000 euros", según Mar Garre, responsable de Comunicación de Línea Directa Aseguradora.
Una cantidad que se puede disparar para el propietario de un coche zombi en el caso de que provoque un accidente. Accidentes que son más comunes de lo que se cree. Sólo en la última década los coches sin cobertura han protagonizado más de 300.000. Además suelen ser más viejos lo que aumenta los riesgos y duplica, de media, el coste de la indeminzación.