La alcaldesa de Alburquerque entra en el Pleno escoltada por la Policía Local entre las protestas de los trabajadores
Continúa la tensión en Alburquerque por su situación política y financiera. Este viernes decenas de vecinos, la mayoría trabajadores municipales, se han concentrado en los pasillos del consistorio durante la celebración del pleno para reivindicar el pago de sus nóminas. Se les deben nóminas desde diciembre del año pasado.
Según ha hecho público ese grupo de trabajadores, el pleno ha tratado los presupuestos del año en curso, la modificación del préstamo del fondo de financiación y una operación de crédito para cancelar las deudas con hacienda y la seguridad social. Finalmente, el grupo gobernante ha aprobado el presupuesto, que asciende a 5,8 millones de euros; una modificación de un préstamo de 4,2 millones de euros ampliando el plazo de amortización 5 años; y un préstamo de 1,2 millones para saldar a 31 de diciembre 2020 la deuda con hacienda y la Seguridad Social.
Los propios trabajadores han subido a Facebook este vídeo tras el pleno.
La deuda viva del Ayuntamiento rozaba los 7 millones de euros a 31 de diciembre de 2020, según datos del Ministerio de Hacienda. El consistorio debe nóminas a alrededor de 200 trabajadores municipales desde diciembre del año pasado. Una situación insostenible para muchas familias que ha llevado a muchos empleados municipales a convocar concentraciones semanalmente para reclamar su salario.
Entre esos trabajadores municipales, los encargados de mantener servicios públicos tan fundamentales como la residencia de ancianos. "graves deficiencias" en el mantenimiento que ha detectado, lo que le ha llevado a ordenar el cierre cautelar temporal del centro. Este lunes, la Junta de Extremadura intervenía la residencia sociosanitaria 'Virgen del Carmen' de Alburquerque y trasladaba a parte de sus usuarios por las "graves deficiencias" en el mantenimiento del centro, lo que le ha llevado a ordenar su cierre cautelar temporal e imponer una sanción económica al consistorio.
La alcaldesa, Marisa Murillo, gobernaba junto a otros ocho concejales del PSOE. Tras estallar la crisis política, ella y otros cinco concejales abandonaron el grupo y pasaron a ser concejales no adscritos. Otros dos concejales socialistas dimitieron y sólo uno permanece. El pleno lo completan cuatro concejales de Independientes por Alburquerque (IPAL)
