Vivimos días de calor extremo en la región. Altas temperaturas que hacen que sea prácticamente imprescindible el uso del aire acondicionado. Es una de las mejores armas de refrigeración, pero su uso prolongado dispara la factura de la luz. Se aconseja no bajar de los 25 grados centígrados para ahorrar hasta un 20%. Pero además del aire acondicionado existen otros métodos para conseguir una temperatura agradable en los hogares sin que los bolsillos lo noten demasiado.
Cuando en el interior de las casas se alcanzan 34 grados es necesario reducir la temperatura. El ventilador es el electrodoméstico más eficiente energéticamente pero únicamente mueve el aire. Para refrescar las estancias y habitaciones de nuestras casas haciendo uso de un ventilador es apropiado poner un trapo húmedo a unos 10 centímetros de las aspas para enfriar el aire.
También se recomienda ventilar los hogares cuando las el mercurio nos dé una tregua. Eso sí, a primera hora de la mañana se deben cerrar ventanas y persianas para evitar la radiación directa del sol. El objetivo es aislar todo lo posible nuestra viviendas del exterior.
Ojo a la ropa y la alimentación
Además es aconsejable desprendernos de todos aquellos objetos que puedan darnos calor; alfombras, mantas o edredones. También es apropiado apagar los aparatos y electrodomésticos que liberan calor.
La alimentación también desempeña un papel importante. Durante el verano es mejor evitar platos calientes. Buenas opciones son gazpacho, ensaladas o cremas de verduras.
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