3 Diciembre 2019, 12:55
Actualizado 14 Enero 2021, 03:11

La Audiencia Provincial de Cáceres ha condenado este martes a un joven de 34 años a una pena de cuatro años de cárcel y una multa de 100.00 euros por un delito continuado de incendio forestal por provocar más de una decena de fuegos en un momento de peligro alto de propagación. Los incendios se produjeron durante los meses de julio y agosto de 2018 en la provincia de Cáceres.

 

Indemnización a ayuntamientos y bomberos

También tendrá que indemnizar a los perjudicados con más de 46.000 euros en concepto de responsabilidad civil, entre ellos, 12.600 euros al Ayuntamiento de Cáceres; unos 31.000 al Plan Infoex de lucha contra incendios forestales de Extremadura; 450 al municipio de Talaván; 216 al Servicio Provincial de Extinción de Incendios (SEPEI) y otras cantidades a distintos afectados.

Así se ha dictaminado tras llegar a un acuerdo de conformidad el Ministerio Fiscal, las acusaciones particulares de la Junta de Extremadura y los ayuntamientos de Cáceres y Talaván, y la defensa del acusado.

Al ya condenado, que ha permanecido en prisión provisional por esta causa siete meses, hasta el pasado mes de marzo, se le aplica la circunstancia atenuante de reparación del daño al satisfacer ya gran parte de la responsabilidad civil solicitada y la de estar bajo los efectos del alcohol.

A juicio de su defensa, ejercida por la letrada Laura Martín, esta última atenuante analógica le posibilitará pedir en la ejecución de sentencia una suspensión de la condena, lo que haría que no regresara a prisión. "En ese momento tenía un problema con el alcohol, estaba pasando por una mala fase personal, familiar y económica, esa fue la situación”, ha expresado su abogada. En su opinión, ahora no hay ningún tipo de riesgo pues antes de salir en libertad provisional empezó a someterse a un tratamiento psicológico y por el consumo de alcohol, que aún continúa por el que evoluciona y lleva "una vida normalizada", ha dicho.

Según la sentencia, el condenado decidió prender la vegetación en diferentes terrenos de los municipios de Talaván, Monroy y Cáceres con la "intención que se propagarán los incendios", en época de alto peligro, actuando "plenamente consciente" de las altas temperaturas y de las condiciones propicias. Así, eligió provocar la mayoría en zonas próximas a la carretera "para asegurase la huida con rapidez" y en otras ocasiones incendió zonas próximas a núcleos habitados y espacios ambientalmente protegidos.

 

Una decena de incendios en tres semanas

El primer incendio lo provocó el 11 de julio de 2018 en el paraje El Ejido del término municipal de Monroy, que afectó a una hectárea de matorral y monte bajo. El punto de inicio fue la margen izquierda de la carretera CC109 (Monroy-Jaraicejo), próxima al núcleo poblacional.

El 13 de julio provocó varios incendios en la capital cacereña "aprovechando las horas centrales del día". Afectó a 2,24 hectáreas de una zona próxima al depósito de agua de la Sierrilla, los centros comerciales AKI y Carrefour y "poniendo en peligro" el residencial cercano de El Junquillo.

Esa misma tarde provocó un cuarto en la Dehesa Boyal de Talaván y en la madrugada prendió fuego a la vegetación próxima al polígono industrial cacereño de "La Mejostilla", que no llegó a extenderse. También es causante de incendios en la Zona Especial de Protección de Aves (ZEPA) "Riberos del Almonte", de la Red Natura 2000 (el 21 de julio), del originado el día 3 de agosto en la Sierra de la Mosca y de otro en el campus universitario, junto a la Facultad de Veterinaria de Cáceres, entre otros.

 

 

TEXTO: EFE

IMAGEN: Canal Extremadura