19 Abril 2022, 16:30
Actualizado 19 Abril 2022, 16:31

La Guardia Civil de Cáceres ha detenido hasta el momento momento a siete personas, seis de ellas en la provincia de Madrid y una en la de Badajoz, pertenecientes a una organización que centraba su actividad delictiva, de hurtos y estafas, en personas vulnerables y de avanzada edad.

Las investigaciones se iniciaron en el mes de abril del pasado año, a raíz de una denuncia interpuesta ante la Guardia Civil de Garrovillas de Alconétar (Cáceres), por un supuesto delito de hurto de joyas a un vecino de esta localidad, según ha informado este cuerpo en nota de prensa.

Tras entrevistarse con la víctima, pudieron averiguar que momentos antes del hurto había recibido una llamada telefónica por parte de una persona que decía ser de una compañía eléctrica y que se pasarían por su domicilio unos operarios para comprobar el estado del contador ya que, según decía, estaba facturando más de lo habitual.

Ese mismo día, dos personas jóvenes se presentaron al objeto de revisar el contador, con lo que consiguieron acceder a la vivienda donde, con la excusa de revisar los enchufes, mientras uno permanecía con la víctima, el otro entraba en el dormitorio y sustraía objetos como relojes, anillos, pulseras y cadenas.

 

Actuaron en más de una decena de municipios



El siguiente mes mayo se produjo otro hecho delictivo similar en la localidad cacereña de Jaraíz de la Vera, donde el propietario de la vivienda se dio cuenta, cuando estas personas abandonaron la vivienda, que le habían hurtado una tarjeta de crédito, la cartilla del banco y dos teléfonos móviles.

El valor todo superó los 20.000 euros, ya que, a la extracción de dinero en un cajero de la localidad se sumaron las diversas transferencias realizadas a cuentas bancarias de personas cuya identidad había sido usurpada por los delincuentes.

Durante el curso de estas investigaciones se produjeron otros hechos delictivos con características muy similares a los que venían siendo investigados, todos ellos en localidades de la provincia de Cáceres.

Los agentes establecieron dos vías de investigación, la primera, con hechos cometidos en las localidades cacereñas de Montánchez, Salvatierra de Santiago, Aliseda, Almoharín, Monroy, Valdefuentes, Bohonal de Ibor y Ceclavín, cuya autoría sería más tarde atribuida a un vecino de la provincia de Badajoz.

Este habría actuado en solitario y se habría desplazado hasta estas localidades donde, tras llamar previamente a las víctimas, escogía a personas de avanzada edad y que estuviesen solas en casa.

A estas personas les decía que llamaba de una empresa de electricidad y que se encontraba, con conocimiento del Ayuntamiento de la localidad, realizando visitas por los domicilios para revisar los contadores o instalaciones eléctricas, presentándose instantes después en ellos.

Mediante engaño les convencía de que cambiar el contador para que su consumo fuese menor y pagase menos en la factura, pidiendo por adelantado una cantidad de dinero que iba desde los 100 euros a los 370, dándole las victimas el dinero en metálico a cambio de la promesa de volver y cambiar el contador.

La segunda vía de investigación se centró en las localidades cacereñas de Garrovillas de Alconétar, Jerte, Jaraíz de la Vera y Alagón del Río.

Según la Guardia Civil, la investigación de estos hechos ha resultado más compleja debido a que en los mismos actuaban varias personas, si bien, el modus operandi utilizado venía siendo el mismo.

Operación 'Térmico'



Finalizada la investigación de los hechos, y bajo la dirección del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 1 de Plasencia, se procedió a la explotación de la que ha sido denominada como 'Operación Térmico', con la detención de las siete personas, por la supuesta comisión de los delitos de estafa, hurto, usurpación de estado civil y pertenencia a grupo criminal.

Como consecuencia de las labores de investigación, hasta el momento, han sido esclarecidos un total de 15 delitos, 11 de ellos cometidos en la provincia de Cáceres y 4 en la de Asturias.

Además, la rápida intervención de los agentes investigadores ha permitido bloquear a tiempo una de las cuentas bancarias de los detenidos, con cerca de 10.000 euros procedentes, supuestamente, de las trasferencias fraudulentas realizadas desde las cuentas de las víctimas.

La Guardia Civil continúa con el análisis de toda la información obtenida, no descartándose más detenciones.