Comenzamos la tercera semana de confinamiento y en casa estamos bien de salud y de ánimo y eso es importante porque tenemos por delante otras dos de semanas en las que no podemos salir de casa.
Hoy me gustaría destacar y compartir con ustedes algo que hacemos, seguro, todos en casa y que lo hacemos, entre otros motivos, porque nos hace sentir que nada de esto está ocurriendo. Me refiero al momento del “tapeo”.
Mientras se está terminando de hacer la comida, a eso de las 13:00 horas o las 14:00 horas, ponemos en la mesa unos aperitivos y buena bebida. Es el momento de evadirnos, de hacer un paréntesis en el día y desear con todas nuestras fuerzas que, esto que ahora hacemos entre cuatro paredes, hacerlo fuera de casa.
Yo, una de las primeras cosas que haré, cuando todo esto termine, será “tapear” en la plaza de España de Llerena con mi familia, con mis hermanos, alrededor de buena comida, de buena bebida y brindar por recuperar la normalidad. Una normalidad que a veces se nos antoja tan lejana.
Cuando todo esto termine, si queremos volver a recuperar nuestra vida, nuestra sociedad, todos tendremos que poner de nuestra parte, y sólo recuperaremos la normalidad si ayudamos a los que peor lo están pasando en esta crisis del coronavirus, a los familiares de las víctimas y a los que han perdido todo debido a la paralización de la economía. Ahora nuestra manera de ayudar es quedándonos en casa. Yo me quedo ¿y tú?
Inmaculada Mateos