17 Marzo 2020, 9:34
Actualizado 14 Enero 2021, 03:32

Estas primeras horas teletrabajando han sido caóticas. Si durante el fin de semana nos organizamos muy bien. Eso de trabajar, atender a los niños y la casa es, por decirlo suavemente, complicado. Eso sin contar que mi marido y yo hemos tenido problemas con los ordenadores de todo tipo. No nos iba el sistema, no se conectaban y Rayuela que no ha ayudado. Él es maestro y esta plataforma se ha colapsado. No podía subir los ejercicios para sus alumnos, ni contactar con padres y compañeros. Un caos, vamos. Además, ambos hemos coincidido solucionando los problemas informáticos, colgados al teléfono constantemente, así que las rutinas con los niños se han modificado y mucho.

Por cierto, a todas aquellas personas y en especial a mi amiga Vero, de Llerena, que me preguntaba si hemos conseguido no poderles la table, la respuesta es NO. Les hemos puesto la table mientras solucionábamos los problemas del trabajo. Esperemos que los siguientes días sean mejores.

Por cierto, que los peques están llevando bien la cuarentena. Yo creo que estamos los padres más preocupados de que los niños no salgan a desfogarse que ellos mismo. Os cuento una anécdota, Antonio, mi hijo, nos preguntó ayer cuándo íbamos a salir. Su padre y yo nos miramos, como diciendo “sólo llevamos tres días y está desesperado”. Le explicamos que es muy importante mantenerse en casa por el coronavirus, cuando nos respondío. “que no, mamá, que cuándo salimos en la tele”. Anda, claro, si ellos están entretenidos con esto de las grabaciones y el pensamiento de su padre y el mío se fueron directamente a la calle.

Por cierto, si salen a trabajar, a bajar la basura o sacar al perro, nos advierten de que cuando lo hagamos el calzado que utilicemos lo dejemos en la puerta, que preferiblemente sea siempre el mismo y lo desinfectemos porque la presencia del coronavirus puede durar horas en el suelo.

Es importante hacer la cuarentena lo mejor posible, salir lo justo y con muchas precauciones para que esta situación pase cuanto antes. Lo dicho, nunca fue tan fácil salvar vidas. Yo me quedo en casa.

 

Inmaculada Mateos