Comenzamos esta segunda semana de confinamiento. Una semana que según nos ha dicho el presidente Pedro Sánchez será dura, muy dura. Por eso hemos aprovechado el fin de semana para cargar pilar. Hemos quedados con familiares y amigos, hemos ido de concierto y también al cine, todo por supuesto, sin movernos de casa.
Comenzamos el sábado con las tareas más aburridas, la limpieza, colgar cuadros que tenía hace meses pendientes y sobre todo cocinar. Mucha cocina; arroz con marisco y la tortilla de patatas con espárragos han sido las estrellas de los fogones de mi casa.
Pero sobre todo, este fin de semana hemos aprovechado para hablar y “ver” a la familia. Lo hemos hecho, como la mayoría de extremeños, por videollamada. Me encanta hablar con mis hermanos, disfrutamos y nos reímos mucho porque, en ellos, el sentido del humor nunca falta, y eso, en días como estos, se agradece. Esa fue la primera quedada del sábado, por la noche, una vez que acostamos a los niños, fue el turno de quedar con mis amigas de Llerena. Qué buen rato pasamos. Nos pusimos al día de nuestras cosas. Vero es enfermera, Sara tiene una clínica dental y Blanca es profesora, así que cada una hablamos de nuestra situación personal, de cómo estamos viviendo este confinamiento y terminamos brindando por la vida.
Además este fin de semana hemos ido al cine, los niños pasan la siesta en su habitación que hemos convertido en sala de cine y la película de la semana ha sido Toy Story.
Antes, nos fuimos de concierto. Seguimos en vivo el concierto de Manuel Carrasco por Instagram y para terminar ha sido también un fin de semana de poesía. Aprovechando que el sábado fue el día, termino con unos versos del reconocido peruano César Vallejo en su poemario “España, aparta de mí este cáliz” y dice así;
¡Voluntarios,
por la vida, por los buenos, matad
a la muerte, matad a los malos!
¡Hacedlo, por la libertad de todos…!
En homenaje a todos esos voluntarios, aquí y ahora, sanitarios de nuestro país que se juegan la vida en esta guerra contra el coronavirus.
Nos vemos mañana.
Inmaculada Mateos
