Segundo martes sin clases y trabajando desde casa. La semana la hemos empezado con mucho volumen de trabajo y por eso me gustaría compartir con vosotros cómo es hacer periodismo desde casa, confinada, lo que he titulado (por deformación profesional),” Periodismo en 95 metros cuadrados”.
Trabajo por remoto. Desde este ordenador me conecto con el que tengo en la redacción. Los editores, allí en la sede son los que me ponen los temas que tengo que llevar durante el día, bien para este programa o para el Informativo de mediodía. Desde que estoy en casa suelo seguir en directo la rueda de prensa del comité técnico del COVID 19 desde Moncloa. Desde casa sigo su comparecencia y me comunico con redacción bien por Teams, por correo o por teléfono para contarle qué ha dicho y qué nos parece más importante sacar en el informativo. Y yo desde aquí corto los totales y los meto en escaleta como si estuviera en la redacción y así se emite.
Además, desde casa proponemos temas y producimos entrevistas. Llamamos por teléfono a extremeños en el extranjero, ahí tiramos de agenda, de amigos, como fue el caso de Marta Fernández Maeso desde Nueva York.
Y luego, ya lo saben, grabo mi experiencia en este aislamiento. Cada gracia, cada actividad que hacen los niños lo guardo en mi móvil para luego contarles a ustedes cómo nos va este confinamiento. Piezas que hago desde el móvil y luego vuelco en la escaleta a primera hora de la mañana. En la elaboración de este diario participamos todos en la casa, también graban los más pequeños que se están aficionando al periodismo. Pero echo de menos a mis compañeros cámaras, que son el alma de la imagen en la tele y mejor que ellos no hay nadie para grabar. Con este distanciamiento social, no me queda más remedio que hacer el conocido “yo me lo guiso y yo me lo como”.
Son días muy difíciles y la televisión pública debe estar más que nunca ofreciendo información al minuto de esta situación tan excepcional. De momento ofrezco mi experiencia por si a alguna familia le sirve lo que hacemos y así se entretienen, con eso nos damos por satisfechos, cuídense.
Inmaculada Mateos