El dato de las reservas hídricas de los embalses de Extremadura es el segundo peor dato del país. Estamos en el 31% de la capacidad embalsada. Solo por detrás de la comunidad andaluza.
Si analizamos las cuencas. La del Guadiana se queda por debajo del 25% y la del Tajo, algo mejor, pero no mucho más al estar en el 38,5%. Números muy bajos si los comparamos con el año pasado, y muy preocupantes si miramos más allá, hasta la media de los últimos 10 años. El caso del Guadiana es donde mejor lo vemos, con una diferencia de más del doble de falta de agua.
Consecuencias económicas
Una escasez que implica sequía y pérdidas en todos los sectores económicos.
El problema de que caiga la producción, no sólo es que se venda menos cantidad; sino que también se perderá influencia en el sector exterior, ya que nuestros socios comerciales irán a otros lugares a comprar los productos. Otra repercusión también es que se perderá influencia en los precios, y habrá una importante afectación a la estrategia productiva de Extremadura, ha señalado Francisco Vega, profesor de comercio y marketing.
Consecuencias medioambientales
Y no solo el problema es económico, porque la sequía tiene también consecuencias negativas desde el punto de vista medioambiental. Paula Pérez, de Adenex, explica que con la sequía se pierde masa forestal que nos ayuda a fijar CO2 y nos sirve como amortiguador climático. Además, la proliferación de matorral hace que haya más combustible seco que hace que los incendios forestales se propaguen más rápidamente.
La disminución del nivel del agua se nota en los pantanos y en la pérdida de la capacidad del suelo de absorber y retener el agua, lo que supondrán más escorrentías e inundaciones. A largo plazo también la desaparición de algunas especies. Los primeros, los anfibios, que son las especies más vulnerables. Y también se podrían perder muchas aves migratorias que no encontrarían el agua que necesitan durante su viaje.
Y con este panorama, la recomendación es el uso responsable del agua en cada una de nuestras casas. El profesor Francisco Vega recuerda que el agua, aunque es un bien barato es muy valioso.