La última vez que el Cristo del Rosario realizó su estación de penitencia por las calles de Ribera del fresno fue en 1969. Hoy, 56 años más tarde, los hermanos de su recién constituida cofradía ultiman los detalles para poner a punto su imagen.
Una imagen recién restaurada. Fue Jose María, el párroco local, el que el año pasado descubrió el Cristo y rápidamente se pusieron a trabajar. Hoy los ribereños vuelven a miran al cielo, y es que también es conocido como el Cristo de las Tormentas, la leyenda que lo acompaña dice que lo mantuvieron oculto porque cada vez que lo sacaban caían fuertes lluvias.