Entre los extremeños las opiniones sobre la legalización, el pasado mes de marzo de la Ley de la Eutanasia, y su posterior puesta en marcha, son muchas y muy diversas. Hay quienes piensan, nos lo cuentan en la calle, que "la vida no se puede cortar, nos llegará cuando Dios quiera". Otros en cambio están de acuerdo con que esa ley "salga adelante" porque son partidarios "de que esa persona pueda descansar en paz".
Desde finales de junio está activa la Ley de Eutanasia pero, de momento, en la región no se ha efectuado ninguna petición de fin voluntario de la vida.
Expresión anticipada de voluntades
Lo que sí ha aumentado en los últimos años han sido las peticiones de voluntades vitales. Charo Poves, Secretaria General de la Asociación Oncológica Extremeña (AOEX), explica que "puedes solicitarlo, tú lo firmas y lo que quieres es que no te alarguen la vida, simplemente que te seden los últimos momentos de tu vida, que no sufras".
¿Pero qué ocurre cuando no has firmado este documento? Según el abogado Fernando Cumbres, "si no hay ningún tipo de documento, ninguna manifestación expresa de esa voluntad, los familiares directos son los que toman las decisiones, contando siempre con la evaluación y opinión de los facultativos, médicos y enfermeros que asistan al enfermo".
En los hospitales ya se les informa de cuáles son las pautas que se pueden seguir si el paciente lo reclama.