Quedan pocos días para la entrega de las Medallas de Extremadura, el mayor reconocimiento que otorga la región. Hoy iniciamos una serie de reportajes para acercarnos a las personas e instituciones galardonadas de este año. La primera, la abogada Eva González. Esta extremeña mañega provocó la dimisión en bloque del gobierno de Países Bajos al destapar un caso de discriminación a las familias extranjeras que viven en el país.
Se marchó con sus padres a Holanda cuando tenía dos años, pero siempre se ha sentido muy ligada a su pueblo, San Martín de Trevejo, en pleno corazón de Sierra de Gata. De hecho, cada año regresa para pasar aquí el verano. Tal y como hacía cuando era niña junto a sus abuelos, Julia y Pepe. "Al llegar, recuerdo que bajábamos a Jálama y mi abuelo se iba a esperar en un poyete en la parte de arriba, contento", explica con una sonrisa.
Ahora, esta tierra que la vio nacer y que también la vio marcharse con su familia para progresar, la reconoce con su máximo galardón. Inesperado, sí, pero tremendamente ilusionante: "Es un premio de lo más grande para mí, un orgullo total que me gustaría compartir también con todos los extremeños que han tenido que vivir fuera".
Un reconocimiento que visibiliza su lucha contra la desigualdad. Porque ella, como David a Goliat, venció a los poderosos para hacer justicia. Eva enunció hace ocho años que el gobierno de los Países Bajos denegaba ayudas para las guarderías a familias de origen extranjero sin recursos acusadas, además, de fraude. Y que investigaban más y más a fondo los expedientes con nombres extranjeros, creando incluso listas negras en función de la religión, el género, la raza o la edad. Y aunque el proceso aún no ha terminado, 30.000 familias de origen extranjero en Holanda se sienten ya más protegidas. "A lo largo de los años me dañaba ver que los afectados eran solo personas extranjeras", nos cuenta. Eso le movió a comenzar un caso que ha removido los cimientos del gobierno de uno de los países más relevantes del viejo continente.
Si no hay sorpresas, esta neerlandesa de adopción, pero mañega de corazón, recogerá su medalla en el Teatro Romano de Mérida. Lo hará rodeada de sus queridos paisanos, con la mente puesta en sus orígenes y con profunda gratitud, nos cuenta, a toda Extremadura.
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