Las industrias transformadoras de la región comienzan a recibir importantes volúmenes de su producto estrella, el tomate. Las condiciones meteorológicas no han sido las más adecuadas, lo que ha retrasado el inicio de la campaña, pero se están encontrando con una producción mejor de lo esperada y de mayor calidad. Esperan una contratación superior a los 2 millones de toneladas, son 44.000 toneladas de tomate más que el año pasado.
Algunas empresas, como Tomalia de Santa Amalia (Badajoz), sí se han visto afectadas por las lluvias y estiman que producirán menos de lo esperado. Su perspectiva, dice su gerente Carlos Sánchez, "era igualar la producción del año anterior, pero las condiciones meteorológicas han sido distintas y se han visto afectados nuestros productores, y la cantidad de tomate que va a entrar vamos a intentar que sea la que tenemos contratada, aunque creemos que nos podemos ver afectados".
"Nuestra perspectiva era igualar la producción del año pasado, pero las condiciones meteorológicas han sido distintas y eso nos puede afectar"
Campaña singular
Esta campaña del tomate es singular. Además de verse afectada por las lluvias de primavera, hay que añadir la situación de alarma sanitaria y el estado de alarma que retrasó el trasplante y aún queda por ver la evolución de esas cosechas tardías. Otro efecto colateral fueron las contrataciones, que se vieron aumentadas desde el mes de marzo al incrementar la demanda del producto. En estos momentos, la empresa Cidacos de Coria, por ejemplo, da trabajo a unas 400 familias.
Extremadura sigue siendo la gran productora de este cultivo en el ámbito nacional y la superficie cultivada supera las 22.800 hectáreas.