Un comercio cerrado... otro... No es raro ver esto en Cáceres. Ni en Mérida: una tienda cerrada, otra más... Hasta nueve en una sola calle.
Y lo mismo en Badajoz y en toda la región. No es extraño encontrar tiendas con la persiana echada y sin visos de levantarse.
Hace solo 10 años, los comercios abiertos eran 21.568 en la región. Una cifra óptima, según UPTA. Sin embargo, durante esta última década la caída del comercio minorista o de barrio en Extremadura ha sido del 10 por ciento. Tres puntos por encima de la media española, que ha sido del 7 por ciento.
Y en la últimos tres años han cerrado tantos comercios minoristas y de barrio que la barrera psicológica de los 20.000 abiertos empieza a tambalearse.
En Cáceres, este año se han perdido, según UPTA, 443. Y en Badajoz, 576. Las capitales de provincia son todo un símbolo de esta caída en picado..
En comunidad como la nuestra, de la España vaciada, se vive según UPTA un viacrucis. Hay riesgo extremo, aseguran, de desaparición del comercio de barrio. Y un aviso: los consumidores de entornos rurales podrían llegar a quedarse sin servicios esenciales de consumo diario.