La población de Extremadura se reduciría un 4,8 por ciento en los próximos 15 años en caso de mantenerse las tendencias demográficas actuales, lo que supondrá un descenso de 50.996 habitantes, con lo que la región extremeña se situaría en 1.002.306 habitantes en el año 2037.
Por provincias, Badajoz experimentaría una bajada del 4,16 por ciento en los próximos 15 años, hasta los 639.279 habitantes, y Cáceres reduciría su población un 6,03 por ciento hasta los 363.027 habitantes en 2037, según las Proyecciones de Población comprendidas entre 2022 y 2072, publicadas este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
De acuerdo a estos datos, en 2036 se registrarían 7.001 nacimientos Extremadura, experimentando una reducción del 2,09 por ciento respecto a 2022, mientras que las defunciones en este período se reducirían un 0,43 por ciento y se situarían en 11.895.
Con estos datos, el INE apunta a una "disminución paulatina del saldo vegetativo anual" en Extremadura debido a que los nacimientos siguen descendiendo más que las defunciones en la región, por lo que en 2036 el saldo vegetativo llegaría a -4.894.
Así, señala el INE que de mantenerse las tendencias actuales, el saldo migratorio con el extranjero entre 2022 y 2036, sería positivo en Extremadura (1.278), mientras que en cuanto a la migración interior, Extremadura presentaría un saldo migratorio interautonómico negativo (-445) en 2036.
Datos nacionales
En el conjunto del país, España ganaría más de cuatro millones de habitantes en los próximos 15 años (51,67 millones en 2037) y más de cinco millones hasta 2072 (hasta llegar a los 52,9 millones de habitantes) si se mantienen las tendencias demográficas actuales, según las Proyecciones de Población comprendidas entre 2022 y 2072, publicadas este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Estas cifras son resultado del progresivo e ininterrumpido aumento de las defunciones, siempre superior al número de nacimientos, lo que daría lugar a un saldo vegetativo negativo durante todo el periodo proyectado.
No obstante, este saldo vegetativo negativo sería superado por el saldo migratorio positivo, lo que provocaría un aumento de población durante todos los años del periodo proyectado.
El aumento de población se debería, por tanto, exclusivamente, a la migración internacional, lo que produciría que la población nacida en España disminuiría paulatinamente y pasaría de significar el 84,5% del total actual, al 63,5% dentro de 50 años.
En el caso del número de nacimientos, comenzaría a aumentar en 2023 y seguiría creciendo hasta 2041. Entre 2022 y 2036 nacerían en torno a 5,5 millones de niños, un 14,2% menos que en los 15 años previos. No obstante, a partir de 2058 los nacimientos podrían comenzar a aumentar de nuevo, debido a la llegada a las edades de mayor fecundidad de generaciones cada vez más numerosas.
Pese a ello, los nacimientos siempre estarían por debajo de las defunciones. El número de nacimientos se proyecta suponiendo que la fecundidad de las mujeres mantenga una leve pero progresiva tendencia al alza. Así, el número medio de hijos por mujer sería de 1,27 en 2036, frente al 1,19 actual.
En cuanto a la esperanza de vida al nacimiento alcanzaría en 2071 los 86,0 años en los hombres y los 90,0 en las mujeres, con una ganancia de 5,8 y de 4,2 años, respectivamente, respecto a los valores actuales.
Por su parte, la esperanza de vida para las personas con 65 años en 2071 sería de 22,7 años para los hombres (3,7 más que actualmente) y de 26,3 para las mujeres (3,2 años más).
A pesar de la mayor esperanza de vida, el número de defunciones continuaría creciendo hasta alcanzar un máximo en 2064. Para el año 2022, la proyección estima un total de 455.704 defunciones, frente a las 449.270 del año 2021, según resultados provisionales. Por su parte, en 2036 se producirían 494.371 fallecimientos entre los residentes en España y en 2071 se alcanzarían las 652.920 defunciones.
Ante el descenso de la natalidad y el aumento de las defunciones, en España habría siempre más defunciones que nacimientos (crecimiento o saldo vegetativo negativo) durante los 15 próximos años. Este saldo vegetativo alcanzaría el valor más bajo en torno a 2061, y se iría recuperando levemente a partir de entonces.
Según datos provisionales, España registró 530.401 inmigraciones en 2021, mientras que 381.724 personas abandonaron el país para residir en el extranjero. El saldo migratorio fue de 148.677 personas, consolidando así la tendencia positiva iniciada en 2016.
Con la información disponible al momento de cerrar estas proyecciones, se estima que el saldo migratorio aumente en 2022, hasta las 484.137 personas. Se proyecta un saldo migratorio similar en 2023 y levemente decreciente a partir de ese año, obteniéndose así una ganancia neta de población debida a migraciones de 5,6 millones de personas hasta 2036.
La tendencia a largo plazo sería de un crecimiento del saldo migratorio constante, lo que produciría un aumento neto de la población de 14,8 millones de personas hasta 2071.
La población centenaria se multiplicará por quince
La proyección muestra también el proceso de envejecimiento de la población residente en España. De mantenerse la tendencia demográfica actual, el grupo de edad más numeroso a 1 de enero de 2022 --que son los nacidos en los años 1981-1972 (es decir, las personas entre 40 y 49 años)-- lo seguiría siendo en 2037 (con edades entre 55 y 64 años).
En los últimos años de la proyección se daría un cierto rejuvenecimiento poblacional conforme se vayan extinguiendo las generaciones de nacidos en los años 70 del siglo XX, de mayor fecundidad. Así, los grupos más numerosos a 1 de enero de 2072 serían los nacidos entre 2002 y 2011, cuyas edades estarían entre los 60 y 69 años.
La población entre 20 y 64 años, que actualmente supone el 60,7% del total, pasaría a representar el 53,1% en 2052. En 2072 se recuperaría en parte, hasta el 54,7%. El porcentaje de población de 65 años y más, que actualmente se sitúa en el 20,1% del total, alcanzaría un máximo del 30,4% en torno a 2050. A partir de entonces empezaría a descender.
Por su parte, y de mantenerse las tendencias actuales, la tasa de dependencia (cociente, en tanto por ciento, entre la población menor de 16 años o mayor de 64 y la población de 16 a 64 años) también alcanzaría un máximo en torno a 2050 (del 76,8%), para ir bajando paulatinamente a partir de entonces, hasta el 72,2% en 2072.
La población centenaria (los que tienen 100 años o más) pasaría de las 14.287 personas en la actualidad a 226.932 al final del periodo proyectado (2072).
Por comunidades autónomas
De mantenerse las tendencias demográficas actuales, se observaría una evolución dispar por comunidades autónomas en los 15 próximos años. Así, se darían aumentos de población en 13 y descensos en cuatro, además de en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
Los mayores incrementos relativos se registrarían en Illes Balears (25,0%), Región de Murcia (16,0%) y Canarias (15,5%). Por el contrario, los descensos más acusados se darían en Principado de Asturias (-6,7%), Extremadura (-4,8%) y Castilla y León (-4,1%).
Tanto en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, como en Región de Murcia, Comunidad de Madrid e Illes Balears el número acumulado de nacimientos superaría al de defunciones en los 15 próximos años. De mantenerse las tendencias actuales, el saldo migratorio con el extranjero entre 2022 y 2036, en términos relativos a su tamaño, sería positivo en todas las comunidades autónomas, especialmente en Illes Balears y Canarias.