El sector cooperativo extremeño cree que la región perderá este año 100 millones de hectólitros de vino con respecto a una campaña normal, consecuencia directa de una sequía que se prolonga ya desde hace cuatro años.
El presidente del grupo cooperativo Viñaoliva de Almendralejo, que agrupa a 25 cooperativas de los sectores del vino y la aceituna, José Luis Gordillo, ha señalado que la vendimia será de entre un 25 y un 30% de menos uva que la campaña del año pasado, que ya fue una campaña corta.
Si la media de producción en Extremadura es de unos 3.8 millones de hectólitros al año, el año pasado fue de 2.7 millones y este año se prevé que no llegue a los 2.5 millones, “realmente es una pérdida de producción importante”.
La vendimia en Tierra de Barros, la comarca de mayor producción de vino en la región, se ha generalizado ya en todas las variedades, después de que “se haya adelantado bastante”. “La uva de por sí, al haber menos cantidad, la cepa la ha podido madurarla más rápido y también porque la ola de calor intenso a mediados de agosto aceleró la maduración”.
Tras un periodo de sequía “muy severo, que ha castigado al campo muchísimo, la primavera y el otoño fueron algo más lluvioso, pero tampoco llegamos a la media nuestra, con lo que la planta ha sufrido un estrés muy importante y le está costando”.
En el sector bodeguero, Diego Nieto, gerente de Bodegas Romale, opina que “la merma no va a venir mal, debido a que durante los dos últimos años habido una bajada importante de ventas con motivo de la pandemia, lo cual servirá para equilibrar las existencias respecto de las dos últimas campañas”.
Calidad "excepcional" de la uva
Respecto a la calidad de la uva, Gordillo, que también es agricultor, habla de que “es excepcional” por una serie de circunstancias como que al no estar cargada la cepa de uva, “puede atender mucho mejor las necesidad del fruto” y también por las temperaturas suaves que ha habido durante todo el verano menos en la ola de calor de mediados de agosto.
El bodeguero Diego Nieto confirma que la calidad de la uva tinta “es excepcional”, pero en variedades tempranas, como la macabeo, el calor de agosto ha hecho que haya evolucionado mucho la graduación de las mismas.
"Precios desastrosos"
Ambas circunstancias contrastan con los precios de salida del vino esta campaña, “los precios en tablilla en Mancha son absolutamente desastrosos”. “Esperamos que se pueda reconducir y que nos lleve a unos precios mejores que permita a los agricultores cubrir los gastos de producción y no incurrir en pérdidas.
Los cooperativistas extremeños confían en que las medidas sociales sean cada vez menos restrictivas por el avance de la pandemia y se puedan volver a las celebraciones y al consumo en la hostelería de vino. En opinión de Gordillo, el sector primario ha sido el más perjudicado de la cadena de consumo con la crisis de la covid-19, pero, además, el vino “que es un producto de celebración y es cuando más se consume, se ha notado mucho. Este sector ha sufrido mucho con la pandemia”.
Sin embargo, los bodegueros defienden que “el precio de la uva se ha fijado igual que el año pasado”, pero se estuvo vendiendo vino por debajo de los precio de compra de uva. “El vino llegó a estar a un precio como el de hace 30 años, a 1.80 euros el hectógrado, lo que equivale a 0.2160 céntimos de euro por litro, por lo que no es difícil de entender este precio”.
Ambos confían en que el ocio se recupere poco a poco y en que ello lleve a que los precios del vino se puedan mejorar lo antes posible.