Comienza la actividad en las zonas de regadío. Miles de hectáreas están listas para las diferentes campañas agrícolas del verano y en las destinadas al maíz ya está comenzando la siembra. Pero todo depende de cómo evolucione el precio.
De momento, a los productores les están ofreciendo 100 euros menos la tonelada. De 320 euros del año pasado a 220 este año. Y eso es un factor que reducirá significativamente la superficie dedicada a su cultivo. El año pasado el maíz ocupó una extensión de 22.000 hectáreas, mientras que este año se prevén unas 3.000 o 4.000 hectáreas menos.
Las intensas lluvia de Semana Santa retrasaron la siembra de maíz que comienza ahora con perspectivas poco halagüeñas. Domingo Fernández es presidente de Acopaex y explica que "el año pasado se sembraron 22.000 hectáreas" y que "este año no se van a cubrir, estamos empezando a sembrar pero por las perspectivas no se van a cubrir porque han bajado 100 euros tonelada".
Una realidad que afecta directamente a las cooperativas que verán mermada su producción al ser un cultivo, dicen, cada vez menos rentable. José Antonio Quintana, presidente de la cooperativa Río Búrdalo, considera que "las perspectivas son malas y esta cooperativa depende prácticamente del maíz". "Aquí tenemos doce trabajadores y no sé qué vamos a hacer", lamenta.
Todo ello afecta de manera directa afecta a los agricultores, a quienes se les hace cada vez más cuesta arriba vivir de la tierra y en este caso, del maíz. Desde las organizaciones agrarias también ponen el foco en el precio. Y es por ello que algunos agricultores se planteen otros cultivos alternativos en caso de que el maíz signifique trabajar a pérdidas.