La falta de sacerdotes obliga a algunos párrocos a dar misa en varias localidades. Se acentúa, aún más, en las zonas rurales y obliga a estos curas a recorrer cientos de kilómetros cada día.
En el Monasterio de Tentudía, en Calera de León, oficia las misas el sacerdote Miguel Ángel García, pero en ocasiones, casi llega tarde. Aparca su moto, tras recorrer más de cien kilómetros desde otras localidades. "La movilidad la hacemos en coche. Yo la hago en moto, patinete, o como sea. El caso es llegar a la hora que hemos quedado con la gente", afirma.
José Rubio también es sacerdote en tres pueblos de la comarca de Tentudía. "Yo venía más o menos bien... Te encuentras un tractor que son carreteras de montaña, te encuentras vacas... Y hoy he llegado justo a la hora en la que tenía que estar empezando la eucaristía", asegura. Domingos como este, tiene que celebrar la Eucaristía hasta en cuatro ocasiones, algo que consiguen por vocación.
