22 Julio 2024, 11:27
Actualizado 22 Julio 2024, 11:27

La Junta de Extremadura ha confirmado oficialmente la presencia de la bacteria Xylella fastidiosa en la comunidad autónoma. Esta bacteria, altamente peligrosa para cultivos como el olivar, el viñedo y el almendro, ha sido detectada en cinco plantas en la localidad de Valencia de Alcántara. Como respuesta inmediata, se han eliminado las plantas afectadas y se ha delimitado una zona tapón para prevenir su propagación.

Una Amenaza para los Cultivos

La Xylella fastidiosa es una bacteria transmitida por insectos que afecta gravemente a una variedad de cultivos, incluyendo olivos, vides y almendros, además de frutales como el ciruelo. Su presencia en España no es nueva, ya que ha estado afectando zonas del Levante y Andalucía, y más recientemente, la región fronteriza con Portugal, la Raya. La detección en Valencia de Alcántara a principios de junio marcó su entrada en Extremadura.

Medidas Inmediatas y Plan de Erradicación

Tras la detección, los servicios de la Consejería de Agricultura actuaron rápidamente eliminando las plantas afectadas y creando una zona tapón alrededor de la área infectada. Esta intervención, valorada en unos 160.000 euros, se realizó para controlar y prevenir la expansión de la bacteria.

El Diario Oficial de Extremadura ha publicado este lunes la declaración oficial de la presencia de la Xylella fastidiosa y ha aprobado un plan de erradicación. Este plan incluye medidas como el uso de productos químicos, visitas periódicas a los campos, y la definición de zonas específicas para determinar las acciones a seguir. Además, se informará a los propietarios de terrenos sobre cómo identificar y manejar plantas afectadas.

¿Qué es la Xylella fastidiosa?

Se trata de una bacteria que obstruye el flujo de savia en las plantas, causando síntomas similares a la falta de agua o nutrientes. En Europa, se han identificado varias subespecies de esta bacteria, cada una con una gama específica de plantas que pueden infectar.

Para combatir esta amenaza, se han implementado estrictas medidas de control y prevención en la Unión Europea, incluyendo la creación de zonas demarcadas y la eliminación de plantas infectadas. Estas acciones son esenciales para proteger los cultivos y evitar la propagación de la bacteria.