La voluntariedad y las prestaciones van a presidir cualquier negociación, ha señalado Ernesto Manuel Méndez, presidente del Comité de Empresa de UGT Caixabank, quien ha asegurado, en los micrófonos de Canal Extremadura Radio, que en nuestra Comunidad Autónoma no se producen solapamientos y que además la decisión de unir dos grandes entidades financieras significa "sumar volumen de negocio, clientes y empleados y no una sobrecarga de trabajo".
Por tanto, no debería haber una sangría de despidos y jubilaciones anticipadas, destacan desde las organizaciones sindicales. Méndez asegura que, especialmente en estos momentos de crisis, "se trata de una apuesta decidida por el mantenimiento del empleo de calidad". Aunque ya se escuchan voces en Madrid que hablan de 8.000 empleados que podrían abandonar su trabajo de los 50.000 que suman las dos entidades financieras en todo el país.
La Asociación de Usuarios de Banca, ADICAE, mantiene que ambas entidades arrastran problemas como las cláusulas suelo o gastos hipotecarios y exigen que el Banco resultante, que se convertirá en el más grande de España, "sea una entidad saneada y limpia" donde su principal activo sean los usuarios, ha señalado su presidente Manuel Pardo.
El presidente de Adicae apunta también que el nuevo Consejo de Administración "tiene que defender los derechos de los clientes" ya que, destaca, es su primer activo. En Extremadura, Bankia cuenta con 50 empleados en 8 centros de trabajo y Caixa Bank con 250 trabajadores en 64 sucursales.