La presión hospitalaria en la región sigue en aumento y su situación es cada vez más preocupante, delicada e insostenible. En estos momentos, la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de Mérida está a punto del colapso. De las tres UCI que se han habilitado, dos de ellas para atender a pacientes covid, solo hay dos camas libres y está al 92 por ciento de ocupación. La mayoría de los ingresados padecen el virus.
En el hospital de Don Benito-Villanueva, también con una alta ocupación del 67 por ciento, solo hay seis camas libres. El resto, 12, están ocupadas por enfermos contagiados de coronavirus.
En el área de salud de Badajoz hay ingresados 49 pacientes en la Unidad de Cuidados Intensivos y en total disponen de 75 camas, por lo que, en estos momentos, 26 camas están sin ocupar para atender a pacientes covid y de otras patologías.
La UCI de Plasencia está al 64 por ciento y en la de Cáceres hay un 52 por ciento de ingresos en esta unidad.
Con estos alarmantes datos, si los ingresos siguen al alza los hospitales extremeños están cerca de colapsarse. Según ha facilitado el Servicio Extremeño de Salud (SES) 74 personas permanecen ingresadas en las diferentes UCi, 4 más que el miércoles. A esto hay que añadir que más de 200 sanitarios de baja contagiados por covid-19. Como medida adicional de seguridad todos estos centros sanitarios han restringido las visitas.