Tardaremos en tener una vacuna fiable y duradera contra el COVID-19. Al menos así lo cree el neurovirólogo extremeño, José Antonio López. Natural de Esparragalejo, desarrolla su trabajo en la Universidad Autónoma de Madrid y ha pasado por los informativos de Canal Extremadura Televisión para aclarar algunos detalles de la pandemia.
Sobre la posibilidad de tener una vacuna lista para el mes de diciembre se muestra pesimista. Cree que a pesar de los avances de la Universidad de Oxford y de otros tantos laboratorios, a día de hoy se siguen dando efectos adversos en los ensayos clínicos y por lo tanto hablar de plazos para final de año es precipitado. Lo importante, señala López, es que quizá a lo largo de 2021 podamos contar con una vacuna fiable y duradera.
"Las pruebas de saliva. Un método barato y fiable"
Más optimista eso sí en cuanto a las pruebas de detección por saliva que ya se están empleando en algunos hospitales y donde se está demostrando su alta sensibilidad para detectar el virus. De confirmarse su éxito sería muy buena noticia, dice, ya que se podría implementar en millones de personas al tratarse de un método barato y que no necesita personal cualificado para realizarlo. Ayudaría en gran medida a controlar la pandemia.
Ve con buenos ojos también que la cuarentena para los contactos estrechos pase de 14 días a 10. Hay artículos científicos que avalan que para que un asintomático no contagie son suficientes 7 días de aislamiento, 10 días para aquellos con síntomas leves y un período más largo para los que han estado más graves.
"Somos una sociedad bastante indisciplinada"
Pero a pesar de todos los avances, la incidencia del virus no para de crecer. Según este experto virólogo se debe en gran medida a la descoordinación entre administraciones tanto nacionales como internacionales. También a la alta tasa de desempleo que obliga a muchos a no faltar a su puesto a pesar de estar enfermos. También el paro juvenil, con el consecuente aumento del ocio, situaciones en las que está demostrado se propaga más el virus. A ello hay que sumar, dice López, que somos sociables e indisciplinados.