16 Marzo 2025, 13:27
Actualizado 16 Marzo 2025, 14:30

Las intensas lluvias caídas en las últimas semanas han traído un respiro al campo, pintando de verde la campiña y revitalizando la dehesa. En las zonas que rodean la Sierra del Castellar, cerca de Zafra, y el embalse de Brovales, cerca de Jerez de los Caballeros, el paisaje refleja cómo la lluvia bendice la tierra y llena los embalses, que ahora ofrecen un alivio para los ganaderos y agricultores.

Beneficios y problemas de la lluvia

Estas precipitaciones han beneficiado especialmente a los cultivos de secano, como el olivo y el viñedo, que han encontrado en el agua una gran fuente de nutrición, mientras que los animales disfrutan de hierba fresca. Los embalses han aumentado su capacidad, proporcionando agua suficiente para el ganado. Sin embargo, el exceso de lluvia ha complicado las tareas de los agricultores de regadío, quienes se encuentran con las tierras encharcadas, lo que retrasa las siembras en un momento crucial de la campaña.

Además, la abundancia de agua no es favorable para todos. Los frutales también se ven perjudicados por el exceso de humedad, y se estima que podría haber una disminución en la producción, según las organizaciones agrarias.

En definitiva, como dice el refrán popular, “nunca llueve a gusto de todos”.