Silvia Zarco parió a 'Las Suplicantes' buceando por un mar de clásicos... Asegura que se encontró "con dos manuscritos fantásticos de los que manaba una misma fuerza". Eran historias de responsabilidad colectiva "pero en su mayoría escritos en pergaminos de piel femenina".
Historias de mujeres... de abuelas, madres e hijas mimando juntas la vida y reclamando derechos tan fundamentales como la libertad, la igualdad y la dignidad... como un gran coro humano.
"Era fantástico porque todo confluía. Las de Esquilo eran jóvenes y las de Eurípides madres curtidas, entonces se me antojaba un ejemplo de sororidad unirlas", asegura su autora.
"Las de Esquilo eran jóvenes y las de Eurípides madres curtidas; se me antojaba un ejemplo de sororidad unirlas"
Así que la filóloga hizo que lucharan juntas para enfrentarnos a la verdadera naturaleza del ser humano. "En la tragedia griega -asegura Silvia Zarco- la ecuación perfecta era: terror más compasión igual a catarsis". y todo, dice, "para que tu alma estalle: primero de miedo, después de sentirte identificado y después que se purifique y se limpie".
Un ejercicio de reflexión y empatía, para y por eso nació el teatro: para encarar a los hombres con sus miserias por ver si aprendían algo.