Mérida
1 Junio 2021, 15:23
Actualizado 1 Junio 2021, 15:25

Viejos conocidos y caras nuevas, tragedias, comedias y hasta cine en el teatro romano: el Festival de Teatro Clásico de Mérida presenta, este año, una programación novedosa. Entre los viejos conocidos, grandes de la escena como Lluís Homar o como Ana Belén, a la que creemos que no le queda personaje clásico grecolatino que interpretar. Este año se atreve con Cleopatra, que era del Antiguo Egipto pero se enamoró de Marco Antonio y Shakespeare hizo con ella uno de los personajes femeninos más complejos y profundos de toda su dramaturgia. Es una de las tragedias de esta temporada. 

Entre los viejos conocidos, grandes de la escena como Lluís Homar o como Ana Belén, a la que creemos que no le queda personaje clásico grecolatino que interpretar

Pero, antes de las tragedias y antes de las comedias, antes de los musicales y antes de que se encadenen y desencadenen las noches teatrales, tendremos música. Viene Jordi Francés, uno de los directores más estimulantes del país (dirige el grupo Sonido Extremo en Extremadura) a ponerse al frente de la Orquesta Freixenet de la Escuela de Música Reina Sofía: es un concierto del grupo Ciudades Patrimonio al que vendrá la reina. Será el 25 de junio.

Luego, más música, con la Orquesta de Extremadura, dirigida por el violinista Michael Thomas y con José Manuel Zapata como tenor. El espectáculo nos llevará “from Bach to Radiohead” porque toda la buena música bebe de las mismas fuentes y porque Zapata es tremendamente divertido. Nunca un tenor fue tan showman, tan ácido y tan genial. 

En Los dioses y el dios, El Brujo (no, no es la primera vez que viene al Festival) ha realizado un monólogo con Anfitrión de Plauto como trasunto. Las otras comedias son Mercado de Amores, con Pablo Carbonell y Víctor Ullate Roche (Pablo Carbonell ha prometido tirar el teatro de la risa) y Golfus de Roma. 

Hubo un Golfus de Roma mítico, en el recuerdo de todos. Carlos Latre va a tener un escalafón enorme que saltar. No dudamos de que estará a la altura de Stephen Sondheim, porque qué bien componía Sondheim. Qué letras, este señor. Qué mítico, qué excelso.

Y sí, hay más tragedias: Hipatia de Alejandría, de Miguel Murillo, dirigida por Pedro Antonio Penco, con Paula Iwasaki. A Hipatia la retrató Alejandro Amenábar en aquella Ágora, pero no se la ha llevado al teatro nunca.

Y Las suplicantes, el salto al teatro profesional de Silvia Zarco, que ha hecho tantísimo por el teatro grecolatino en Talarrubias. La directora, Eva Romero, ya ha tenido una primera oportunidad de demostrar su particular visión de la escena en “El velo de las mariposas”.  

“Los mitos nos enseñan a estar mejor en el mundo y a ser mejores personas”

“Los mitos nos enseñan a estar mejor en el mundo y a ser mejores personas”, ha dicho Luis Luque, que dirige un Edipo con un “potente equipo” lleno de gente joven, con Alejo Sauras a la cabeza. Su Edipo es, también, el Edipo de Paco Bezerra: tenemos a grandes dramaturgos esta edición.

La experimentación escénica, las interpretaciones, las palabras y las frases que nos martillearán durante años es cosa de ellos: de los hombres y mujeres del teatro. Ojalá ese escenario nos sirva para no repetir historias, para luchar contra el fanatismo y para abandonarnos a la pasión de compartir un rito atávico con nuestros congéneres: no hay mejor rito que el que te cuenten una historia. 

Shhh, se abre el telón.  Bueno, no hay telón aquí, pero quién quiere telón teniendo esas columnas.

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